sábado, 4 de febrero de 2012

22 votos justos

Lo único previsto a esa hora, las 5 y media de la tarde, era que se enciendese la luz de la esquina de la habitación. Dos horas y media de espera fueron demasiado para cualquier espectador paciente sobre el resultado de las votaciones para elegir a la persona que sucedería a JL Zapatero en la secretaria general del PSOE.
A esa hora exacta, coincidiendo con el despertar de la bombilla, se anunciaba el verdadero comienzo de esa nueva etapa de los socialistas, allí, en Sevilla, donde el Guadalquivir ha reflejado tantos comienzos y finales del socialismo español.
Fueron 22 votos justos. Injustos, porque el significado de los números siempre es relativo. 22 hombres y/o mujeres que desviaron el fiel de la balanza un 2,32% sobre el total de delegados. Pero 22 votos que apostaron por una nueva etapa que ahora vuelve a llamarse cambio tranquilo, cuando aún sigue el eco del sonar de trompetas de la candidata, Carme Chacón.

El voto fue secreto no sabemos su origen territorial, pero conocemos la frase final del ganador: "ni facturas ni salvaconductos". Tanto da saber a cuántos afiliados representan esos 22 votos. Lo cierto es que el tamaño de la cifra pierde importancia en el encaje de los porcentajes. Y esa sería una clave de futuro. Crecer, aun en la discrepancia, para que ese 2,32 por ciento de ventaja llegue a significar una base mayor. Si es cierto que la sociedad esperaba una respuesta socialista en el Congreso de Sevilla, no menos cierto es que toca intensificar la cercanía a quienes demandaban la respuesta.
Por esta vez, no se podría afirmar que nadie cierra en falso una etapa a lomos de un congreso. La silicona que une los trozos del desgarro tienen que ver con silencios sobre el pasado, un pasado al que siempre se le rinden honores y en el que los dos candidatos hacían guardia, imagen que conviene refrescar para ver en su justa medida que no hay dos diagnósticos sobre un mismo síntoma, sino pacientes de una misma enfermedad con aspiraciones de habitación a solas.
Más cierto es que de Sevilla arranca, con uno u otra, o con los dos, un nuevo modelo de organización, porque ahi sí que hay cola esperando respuestas. Invitar a subirse a un nuevo caballo a cuatro millones y medio de votos no es tarea fácil; si el caballo es jamelgo será tarea inútil.
En esa carrera de los días futuros, del futuro imperfecto que nos aguarda, viviremos la doble crisis de quienes manda sin gobernar ni ideología y la de quienes con su vieja ideología gobiernan. No hay plan contra esta crisis que atenaza. Pero hay vacío suficiente para que Sevilla nos traiga un mejor eco del pasado, que nos debe valer para mañana.
El candidato ganador hablaba de "nosotros mismos" y la candidata perdedora de "así somos", como si en ese slogan cupiese la profunda ansia de luz que la lámpara del rincón apenas sugiere. Volver a la base, a los pueblos, y conquistar la estratosfera de la red 2.0; entre el cielo y la tierra hay espacio para recargar las señas de identidad. Ahora que ya tenemos vencedor, que 22 votos justos lo decidieron, comienza el principio. Es verdad: somos así, y nadie reforzará la democracia si no somos, primero, nosotros mismos.

1 comentario:

  1. Espectacular post Aurelio. Como tu dices: memoria,conciencia,reflexion.... Felicidades. Soy Santos

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