martes, 8 de mayo de 2012

Solo un momento: Euskadi, un cierto olor a pescado podrido

En los mercados de Abastos más rancios y en las lonjas de subasta tiene su origen la frase "ya está todo el pescado vendido" y nosotros hemos hecho propio el dicho y lo hemos trasladado a la vida común como sinónimo de algo que se acabó. Sin más trascendencia, porque todos nos entendemos. 


La  aplicación de esa frase como cierre de un gobierno de facto bipartito tiene más significado de lo común: implica el final de algo, pero la diferencia está en ese algo. No es igual pasar la manguera por las cajas vacías de la morralla que traen los barcos que anunciar en una emisora de radio el paso de hoja del autogobierno vasco en los tiempos que corren. 

Posiblemente, Basagoiti, tan dado a la francachela, ha equivocado el lenguaje. Pero, más seguro aún, se ha equivocado de mercado. Confundir una caja de sardinas en el suelo al estilo tangerino con las descargas de barcos en la lonja no es solo un error de visión. Es, sobre todo, una declaración de cual era la intención con la que se iba a ese mercado: vender en la puerta, bajo el eco de otros que anuncian el producto,y recoger rendimientos rápidos, sin mucha preocupación por cuándo y cómo fuese el final.

Cuesta creer que Rajoy no supiese de manera anticipada la decisión de abandonar a su suerte el barco socialista en Euskadi, en el que unos han pilotado mientras el PP marcaba rumbo con luces de faro intermitente, a buen resguardo en puerto. Tampoco importa mucho que tuvieran igual punto de vista Rajoy y Basagoiti. Los modos son comunes y a veces es el hábito quien hace al monje.

De esta peripecia de insultos, desplantes y ninguneos con el lehendakari Lopez lo más grave no es que el PP de Euskadi sigue la ruta de Madrid, si alguna vez dejo de hacerlo. Lo verdaderamente importante es que se equivocó de mercado en el que poner el verdel a la venta. Confundir un mercadillo de sábado en la explanada con el mercado central que juega a futuro es un error con consecuencias. El margen de beneficio es magro -por eso Rajoy ha dicho hasta aquí llegaste- y el fracaso personal como vendedor es impresionante vista la cuenta de resultados electorales. En este caso, la crisis económica arrastra una víctimas en las filas del PP.

Sin el duo Basagoiti/Oyarzabal apoyando y conciliando, el PSE-EE es el mismo y, a la vez, más, al haber conseguido por segunda vez en la historia conformar un gobierno socialista a en Euskadi. Su visión y apuesta por un marco tan complejo como es el presente y el futuro de Euskadi siguen ahí, como reto especial para los socialistas y para todos también. Sin embargo, el PP sin la colaboración con el gobierno socialista, no es nada en el juego de acuerdos de hoy y de mañana. Parece claro que Basagoiti se equivoco de mercadillo y de patrón de su propia nave. 


Al cierre, solo queda en el hormigón del suelo el nauseabundo olor de las cajas sin limpiar y ratas de mercado merodeando. La manguera, por favor. 

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