sábado, 27 de julio de 2013

Yolanda Barcina y las lenguas de Pentecostés

Cuando el Parlamento parecía que se iba a comer viva a Yolanda Barcina por cobrar dietas injustificadas y desconocidas de Caja Navarra, el Tribunal Supremo ha esperado a que pasara San Fermín para sentenciar que no hay pruebas suficientes y paraliza la investigación.

Si empezamos por el final podemos hacernos la pregunta de si la sentencia del Tribunal Supremo sobre el “caso dietas de Caja Navarra” en lo tocante a Yolanda Barcina pone fin a ese truco de magia foral en el que la principal entidad financiera desaparece y nadie sabe nada. Desgraciadamente, el mago no sabía recomponer la caja donde se ahogó el conejo y ese es el drama del truco: no saber explicar qué ha pasado ni por qué ha cobrado. De ahí hacia atrás todo sería fácil de entender.
Foto EFE
Los cinco jueces del Supremo que han decidido archivar la causa instruida durante cinco meses por la juez decana de Pamplona María Paz Benito contra la aforada presidenta del Gobierno foral, ni siquiera la citaron a declarar, a pesar de que la juez mantuvo la conveniencia de que fuese imputada porque sus declaraciones podían ser decisivas para continuar la causa que hasta ese momento se seguía en Pamplona.
Con celeridad, las lenguas amigas citaron fuentes jurídicas para afirmar que, muy probablemente, el resto de imputados se verán beneficiados por la misma sentencia del Tribunal Supremo, sorprendente por rápida, escueta y cuidadosa con los tiempos festivos. Por similitud, los jueces que llevaron a cabo la investigación pueden decidir archivar a su vez el caso respecto a los ya imputados: el expresidente del Gobierno, al exvicepresidente económico del Gobierno actual, el exdirector general de la CAN, hoy directivo de la entidad compradora, y el mismísimo alcalde de Pamplona. Se cerraría así un párrafo, sólo un párrafo, de esta historia.

Publicado en http://www.zoomnews.es/                27 julio 2013
http://www.zoomnews.es/75555/actualidad/espana/yolanda-barcina-escapa-su-crisis-judicial-y-navarra-mantiene-suya

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