lunes, 10 de diciembre de 2012

El curioso Santiago Cervera


A Santiago Cervera (Pamplona, 1965) le ha podido la curiosidad, según dice él mismo, esa misma que le ha caracterizado como “peculiar” desde hace muchos años y que, ahora, puede que le haya perdido políticamente.
Pendiente de aclarar todos los aspectos de un caso tan estrambótico y complejo como la política navarra en su conjunto, el exconsejero de Salud del Gobierno de UPN y hasta ayer secretario general de su Grupo parlamentario, el del PP, en el Congreso de los Diputados, parece haber comenzado a escribir en vivo una de esas historias que recorren las callejas del casco viejo de Pamplona o de aquellas novelas para jóvenes de Ruiz Zafón, obras maestras en pequeño formato. Una historia que acaba de arrancar hace horas y puede finalizar con un protagonista malparado, el propio Santiago Cervera.
Es cierta la frialdad con que el PP ha asumido el “plante” de Cervera, quien ha renunciado a todos sus cargos y ha dejado en suspenso su propia afiliación al Partido Popular. Todo coherente en apariencia con la solo cordial relación de Cervera con el aparato popular que sujeta a dos manos desde la corta distancia María Dolores de Cospedal.
Santiago Cervera (Foto Javier Bergasa)
Cervera llegó al Partido Popular hace dos legislaturas cuando UPN empezó a partirse en dos, la UPN del presidente Miguel Sanz, a quien los poderes más históricos apoyaban críticamente por su estilo populista, y la UPN de sectores más jóvenes y con ganas de saltarse las murallas de la antigua Navarrería, vinculados estrechamente con el Opus Dei incluso desde desde el propio Gobierno. Con un pie en cada lado, la alcaldesa de Pamplona y hoy presidenta del Gobierno (casi en funciones), Yolanda Barcina, heredera casi in artículo mortis político de Miguel Sanz, quien frenó su deseo de saltar a la política nacional y pilotar el traspaso al PP de esa parte de UPN generacionalmente, sólo en este sentido, más nueva.
Descabezada la operación con la marcha atrás de Barcina, Santiago Cerverá pasó a comandar ese salto, respaldado por ilustres como el propio consejero de Bienestar. De hecho, el exconsejero de Salud ya había sido víctima de la curiosidad por la vida madrileña y andaba a vueltas con su propio mobiliario familiar.
A fuer de liberal en una tierra donde el calificativo aún levanta ampollas, como consejero de Salud abordó la ruptura del corsé corporativista de los farmacéuticos navarros, que después seguirían otras Comunidades Autónoma, permitiendo la apertura de farmacias con criterios de mayor proximidad y negocio. Esa decisión, con un bravío Miguel Sanz detrás, llevó su cara en gran tamaño a las puertas de todas las farmacias navarras, bajo el título “Se busca¡”, el encono de la derecha mediática o no. Desde ese día Cervera no levantó cabeza y supo que un curioso era mal visto, aun con su genio y figura.
Ahora, un mensaje al iPad le llevó hasta una muralla para recoger un sobre con información sobre el nuevo presidente de la CAM, antiguo consejero de Economía socialista de los gobiernos a tiempo parcial que Gabriel Urralburu compartíó con la UPN de Gurrea y Sanz durante decenios: la “paz navarra”. Una paz que sustentaba el poder económico a través de la Caja de Ahorros de Navarra y que, hundida ésta, sale a la superficie en olor de beneficios personales, redes de intereses y dimisiones en el Gobierno de Yolanda Barcina, justo en el momento en que Miguel Sanz vuelve a aparecer dejándose de querer por quienes ya quieren menos a la presidenta y justo cuando su gobierno, según se comenta, está pendiente del cargo que el PP le ofrezca por irse definitivamente a Madrid. Cervera era el puente aparente, pero la mano de Cospedal también ata fuerte esta relación.
El presidente de la CAN denuncia un chantaje sobre sus relaciones económicas y profesionales con la Caja, a Cervera le prometen información y/o 25.000 euros, según las diferentes versiones, y él va a la grieta del Club VIP pamplonica a ver si han depositado el sobre. La Guardia Civil espera al curioso y detiene al curioso Santiago Cervera. Días antes, twiteando con él le decía que me caía bien pero no entendía su paso al PP. Me contestaba que se había cambiado de partido a la vista de los asuntos económicos que se manejaban en UPN.
Como en las novelas para jóvenes de Ruiz Zafón, en cualquier momento aparecerá el ángel negro que unirá el destino del curioso Cervera con el no menos curioso proceso político de Navarra y el futuro de Yolanda Barcina. Seguro.
Mientras el nudo se va deshaciendo, toman fuerza algunas preguntas sobre los nombres propios de esta historia y los enlaces de los interrogantes:
¿Se confirmará la candidatura de Alberto Catalán, presidente del Parlamento navarro y exsecretario general de UPN, a la presidencia del partido?
¿Miguel Sanz, además de presidente de las Bodegas Sarriá, que tantos grados ha subido la vida Navarra, jugará al retorno en UPN?
¿Espera Barcina resolver su propia situación interna antes de disolver el Gobierno y convocar elecciones anticipadas para primavera, como todo parece apuntar?
¿El inaudito affaire Cervera es una piedra colocada a tiempo en la operación UPN-PP?

(Publicado en Zoom News 10.12.2012)


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