Ando jodido hoy. Creo que no era la mejor época para perder a Querejeta también. En época de tormenta no deberían hacer ese tipo de mudanza. A los que seguimos en el puerto la niebla gris empieza a congelarnos los pies del alma y necesitamos cabezas despejadas, espíritus bravíos, brazos inteligentes que nos ayuden a escapar de la ciénaga, a salir de las ideas movedizas. Jodido, si, bronco como el con la vida y, por primera vez, envidioso de quien tuvo por patria algo chico pequeño, con el mar enfrente y geranios en los balcones.
Elias Querejeta, en la puerta de salida |
Tierra adentro sigue haciendo frío y el secarral se agrieta cada día, aunque no se trague a los lagartos.
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