Foto Jorge Paris |
Contra esos mismos recortes se manifiestan hoy ya padres e hijos estudiantes, universitarios o no, bomberos, médicos....... y la imagen final ha pasado a ser la del entierro de la sardina: Se acabó la fiesta, incluido el final que nos trae el nuevo Código Penal sobre la fiesta de libertad que vivíamos antes de esta crisis, porque la nueva mano de pintura para España es de obligado cumplimiento y obligado silencio, como en los tiempos que creíamos pasados. El catafalco en el centro de la plaza, los estudiantes simulando cadáveres llevados a hombros, el luto como cierre de la manifestación y los oscuros policías protegiendo la sede de los bancos son la fotografía de esa nueva España, no hay que llegar al fondo de los bidones de basura.
17.800.000 pobres en España es la noticia de acompañamiento, un millón de pobres más al año es la consecuencia de una vieja crisis que habrá que sobrellevar. ¿Cómo? Recristianizando a los jóvenes, los que lucen luto por la enseñanza pública, los padres por la Universidad que conocieron y los empleados públicos por la sanidad que aún cuidan a contraorden. Para la Conferencia Episcopal la actual crisis, esa cifra de jóvenes parados con parados en casa tiene su causa original en la falta de fe en Dios, en la pérdida de los valores cristianos, en lo que llaman la "descreencia". Esta parte de la foto es la más amarga, porque su soflama hace arder por el centro de la imagen cualquier atisbo de solución si no hay conciencia de las razones reales de la crisis. Llaman Dios y saben que ese no es el referente; llaman crisis a lo que no se atreven a denominar estafa; reclaman fe desde donde peor huelen las conciencias.
La huelga del 14-N llegará jalonada de nuevas convocatorias de repulsa contra las instituciones emparedadas, la política vana o la oposición autista. Pero hasta ese día sería conveniente ir pensando cómo hacer frente al derrumbe del modelo, tener la seguridad de que Dios rondaba los despachos que generaron la crisis y los de quienes, a falta de ideas, esconden la realidad de la crisis, añaden su color preferido a la pintura y cambian el argumento invocando la estupidez
Con seguridad, Dios no estará entre los jóvenes en los funerales de antes del 14-N y con quienes sigan esa huelga general del 14-N que viene. No estará allí ni se le espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario